Despúes de casi tres años aprendiendo la técnica y aprendiendo del manejo de químicos, el siguiente paso fue la creación de un estudio que reviviera los procesos antiguos y obtener el equipo necesario para realizar retratos clásicos casi donde sea posible. La meta de Wet Plate Guatemala es mostrar a todas las personas posibles a la magia de los procesos antiguos y análogos de la fotografía, que tienen una gran belleza, son únicos.
Los retratos se realizan con una técnica antigua, que data del año 1851, utilizando los mismos procesos químicos y lentes existentes durante ese período de la historia para hacer más real la experiencia. Es una nueva forma de hacer retratos en la era actual donde cada imagen se vuelve efimera en un mar de imágenes, el espiritú del estudio es regresar a tener imágenes tangibles, piezas de arte, que puedan conservarse y transferirse por generaciones, dado que estos procesos generan imágenes que tienen una duración de al menos 200 años como mínimo.
Cada retrato se realiza con una previa preparación de materiales y químicos de forma metódica y meticulosa, cuidando cada detalle del proceso por su alta complejidad en todos los aspectos. Crear un retrato con esta técnica es un proceso totalmente artesanal, en el que cada foto debe realizarse en un rango de 10 minutos en un cuarto obscuro, una experiencia que pocas personas han vivido en sus vidas. Las placas son cubiertas con colodión y luego sensibilizadas con un baño de plata, luego se realiza la fotografía y esta se procede a revelar, un proceso casi mágico frente a los propios ojos, una fotografía única con marcas químicas que son las marcas características de este proceso. Todo esto sucede en unos pocos minutos. Es más que hacer una foto, es una experiencia que vale la pena.